Día 1: El comienzo de un cambio
Hoy he comenzado mi reto de 7 días para reducir la grasa abdominal. Mi primera meta: seguir una dieta equilibrada y una rutina de ejercicios centrada en el abdomen y el cardio. Desperté temprano para prepararme un desayuno que, aunque simple, resultó delicioso: avena con plátano y semillas de chía. Me sentí lleno de energía.
Luego vino el primer día de ejercicios. Siguiendo la rutina, hice un circuito HIIT con saltos de tijera, mountain climbers y burpees. No voy a mentir, sentí que el sudor corría como nunca antes. Terminar el circuito me dejó exhausto pero también motivado.

Por la tarde, comí pechuga de pollo con quinoa y una ensalada verde. Me sorprendió lo bien que me mantuvo saciado. Al final del día, caí rendido, pero con la satisfacción de haber cumplido.
Día 3: El primer obstáculo
El entusiasmo inicial comenzó a tambalearse un poco. Me levanté con algo de agujetas, pero decidí tomarlo como una señal de que estaba haciendo las cosas bien. Mi desayuno de hoy fue una tortilla de claras con espinacas y pan integral. Simple pero muy nutritivo.
El ejercicio fue una sesión de cardio bajo impacto. Sentí menos intensidad comparado con el primer día, pero fue perfecto para recuperar energías. Me enfoqué en los ejercicios de core, como la bicicleta abdominal y la plancha dinámica. Mi abdomen ya siente el trabajo.
Durante la comida disfruté de una tortilla de espárragos con puré de camote, y la cena fue tofu salteado con verduras. Ambas comidas fueron un recordatorio de que comer sano también puede ser sabroso.
Día 5: Los primeros resultados
Hoy, mientras me vestía, noté algo diferente: mi abdomen parecía menos inflamado. Esto no es magia; es el resultado de la combinación de ejercicio constante y una dieta adecuada. Este pequeño cambio me motivó mucho.

El día comenzó con otra tortilla de claras y un café negro. El ejercicio fue cardio Tabata y, sinceramente, fue desafiante. Los jumping jacks y escaladores me hicieron sentir que el corazón estaba al máximo, pero terminé sintiéndome poderoso.
La comida de hoy fue atún en agua con ensalada mixta y arroz integral. La merienda, un batido de proteína, fue un éxito después de tanto esfuerzo. Terminar el día con sopa de verduras y pechuga a la plancha me dejó ligero pero satisfecho.
Día 7: Reflexiones y conclusiones
Llegó el momento de descanso y reflexión. Este primer tramo de mi viaje no ha sido fácil, pero los pequeños avances han valido la pena. He aprendido que reducir grasa abdominal no es solo un tema de ejercicio; la dieta es fundamental. Comer limpio me ha ayudado a sentirme menos inflamado y con más energía.
Además, los ejercicios centrados en el core han comenzado a fortalecer músculos que ni siquiera sabía que tenía. Es emocionante imaginar cómo seguiré avanzando si mantengo esta constancia.
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