El profesor y el reloj robado: El valor de educar en sociedad
La historia del profesor y el reloj robado comienza con el encuentro de un joven docente con un anciano jubilado, que parece disfrutar de un momento tranquilo en el parque. El joven se acerca con una sonrisa y le pregunta con curiosidad:
— ¿Me recuerda usted?
El anciano lo observa detenidamente y niega con un gesto amable:
— Lo siento, no, hijo, mi memoria ya no es la misma.
Entonces, el joven, con admiración en la mirada, le responde:
— Fui alumno suyo, y ahora también soy profesor.
El anciano, sorprendido y complacido, le pregunta:
— ¿Y por qué decidiste ser profesor?
Con una sonrisa cargada de gratitud, el joven responde:
— Porque usted me inspiró. Quise ser como usted.
Intrigado, el anciano lo escucha mientras el joven le relata una historia que cambió su ...