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Según el fiscal federal John C. Gurganus, la información alega que Jeffries estaba en posesión de un teléfono celular el 27 de abril de 2022. La ley federal declara ilegal la posesión de un teléfono celular por parte de un recluso debido a problemas de seguridad derivados de llamadas no supervisadas.
El asunto está siendo investigado por el Servicio Especial de Investigación de la Oficina Federal de Prisiones y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). El fiscal federal adjunto Jeffery St. John está procesando el caso.
La información son solo reclamos. Todos los acusados se presumen inocentes hasta que sean declarados culpables en un tribunal.
La pena máxima según la ley federal por este delito es de 1 año de prisión, una pena de prisión supervisada y una multa.
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