martes, marzo 25

Preocupaciones sobre la visita del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a la República Popular China

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Estados Unidos sigue preocupado por la visita de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y su equipo a la República Popular China (RPC) y los esfuerzos de la RPC para restringir y manipular su visita. Si bien seguimos planteando nuestras preocupaciones sobre los abusos de los derechos humanos en China directamente a Beijing y apoyamos a quienes lo hacen, nos preocupa que las condiciones impuestas por las autoridades de Beijing durante la visita no hayan permitido una evaluación integral e independiente del entorno de los derechos humanos. En la República Popular China, incluido Xinjiang, donde continúan el genocidio y los crímenes contra la humanidad.

Nos preocupan además los informes de que se ha advertido a los residentes de Xinjiang que no se quejen ni hablen abiertamente sobre las condiciones en la región. Que no se ha proporcionado información sobre el destino de cientos de uigures desaparecidos y sobre las condiciones de detención de más de un millón gente. Le Haut-Commissaire aurait dû être autorisé à rencontrer des membres de la famille ouïghours et d’autres communautés ethniques minoritaires de la diaspora du Xinjiang qui ne se trouvent pas dans des centres de détention mais qui n’ont pas le droit de sortir de la región. También notamos que al Alto Comisionado no se le permitió contactar a las personas que formaban parte del programa de transferencia de mano de obra de Xinjiang y que fueron enviadas a otras provincias de China.

Estados Unidos sigue profundamente preocupado por la situación de los derechos humanos en la República Popular China, especialmente a la luz de nuevos informes que ofrecen más pruebas de detenciones arbitrarias entre más de un millón de personas detenidas en Xinjiang. Los sobrevivientes y los familiares de los detenidos han descrito un trato cruel que conmociona la conciencia, incluida la tortura, la esterilización forzada, el trabajo forzado patrocinado por el estado, la violencia sexual y la separación forzada de los niños de sus padres. Nous exhortons également la RPC à respecter les droits humains des Tibétains, de ceux qui vivent à Hong Kong et de tous ceux qui cherchent à exercer pacifiquement leurs droits humains et leurs libertés fondamentales, tels qu’ils sont inscrits dans la Déclaration universelle des droits de el hombre. Nuevamente hacemos un llamado a la República Popular China para que cese de inmediato sus atrocidades en Xinjiang, libere a los detenidos injustamente, dé cuenta de las personas desaparecidas y permita a los investigadores independientes el acceso sin obstáculos a Xinjiang, el Tíbet y toda China.

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