Estados Unidos se entristeció profundamente al enterarse de la violencia en las regiones de Bandiagara y Gao de Mali el pasado fin de semana, que resultó en la muerte de más de 100 civiles. Este desarrollo llega en un momento en que la violencia en curso en Ménaka también ha matado a muchos civiles y desplazado a miles más. Estados Unidos apoya al pueblo de Malí frente a estos grotescos actos de violencia contra la población civil, y nuestro corazón está con las familias de los asesinados. Deseamos una pronta recuperación a los heridos y continuaremos trabajando con los socios internacionales responsables de Malí para construir un futuro mejor y más pacífico para todos los malienses.
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