Misarkia 119: El Autoritarismo Exterminista y la Autarquía Educativa.

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Exterminismo
Exterminismo

Autoritarismo Exterminista / Autarquía Educativa.

Podemos identificar el Exterminismo, entendido como la liquidación y reducción al mínimo de las facultades vitales y su diversidad para ejercer la Dominación.

El Exterminismo es un modelo de teoría política que, durante siglos, ha luchado descarnada y desalmadamente por imponerse, de manera brutal y violenta, en diversas regiones concretas, de mayor o menor extensión.

Estas teorías políticas de la Dominación, se han descrito de forma más o menos espeluznante y detallada en sendos libros como “el príncipe” de Maquiavelo, o “los protocolos de los sabios de Sión”; en este último, sin entrar a profundizar en que sea ciertamente un arma propagandística, la filosofía del poder que se describe es terriblemente verosímil y acertada como práctica de gobernanza en el mundo actual.

La idea de reducir a la mínima expresión la creación, la vida y la existencia, para poder someterlas es tan antigua como el trueque, digamos.

A lo largo de toda la historia conocida se han confrontado dos modelos de organización social: el modelo de la obediencia despótica y autoritaria o el modelo de la educación, la libertad y la autarquía.

A continuación, analizaremos ambos modelos por separado:

Autoritarismo Exterminista.

Más allá de cómo se haya desarrollado esa pugna de la que hablábamos en el pasado, ciertamente, a raíz de la segunda Guerra Mundial, nos es posible identificar un salto cuantitativo y cualitativo en el paradigma del modelo de administración humana basado en planteamientos autoritarios para la globalización. Que se basa en una estrategia abiertamente ofensiva contra la conservación de la vida del planeta y del propio ser humano.

El salto cualitativo consiste en que el autoritarismo ha devenido Exterminismo.

El salto cuantitativo está en que ése Exterminismo ha abarcado en un control neurótico obsesivo compulsivo a la práctica totalidad de seres humanos del planeta, e incluso cuantifica el número de árboles o de la gran mayoría de especies.

Este control ha sido posible gracias al advenimiento de la sociedad Informacional de control y los sistemas de computación informáticos.

Este modelo se fundamenta en determinado sistema económico en que todo se reduce al dilema de “la bolsa” o “la vida”. Porque desvinculan la economía productiva del valor económico del mercado y de paso se convierte en valor ahorrar dinero, que no es nada y gastar salud humana y medioambiental, que lo es todo.

Por mecanismos de la gobernanza, es de gran interés que, aunque el poder siempre se ejerza de manera despótica, exista una cierta ilusión de privilegios y mecanismos de control al poder, con presumidas mayores garantías de legitimidad política, diferenciadas entre naciones y pueblos.

También, así mismo, interesa que dentro de esas naciones, entre los ciudadanos entre sí, existan una cierta ilusión de privilegios y mecanismos de control al poder, con presumidas mayores garantías de legitimidad política, diferenciadas entre clases, sexos, procedencia, capital cultural, constitución saludable o categorías de todo tipo.

Para hacernos una somera idea de la magnitud del drama humanitario, lo que es realmente cierto es que, según la ONU, de menos de 8.000 millones de personas, antes del covid, con datos del 2018 que habrán empeorado notablemente, 2.000 millones de personas estaban amenazadas por el hambre y cerca de 820 millones directamente pasan hambre habitualmente.

Para entender por encima el drama medioambiental y la escala del Exterminismo en el planeta en su totalidad, la misma ONU alerta de que se extinguen alrededor de 150 especies al día, unas 55 mil especies al año; pero otras fuentes aseguran que llegan a más de 200 cada vez que la tierra rota sobre sí misma.

Autarquía Educativa.

Hay una diferencia entre obedecer y enseñar.

La enseñanza se basa en que un individuo aprende a hacer algo por sí mismo.

La obediencia presupone la inferioridad, y que ése individuo nunca será capaz de hacer algo si no es fundamentado en el miedo a un castigo.

Se puede tener un sistema con distintas responsabilidades en los que todos sean educados en lo que deseen hacer y asuman libre y voluntariamente sin miedo su trabajo, en la posición que sea.

Podemos soñar con un modelo en que a la gente no se la obligue a obedecer, en el que a la gente simplemente se la eduque y confiemos en que somos seres humanos maduros, responsables, en nuestras penas capacidades, genios, filósofos, pensadores, creadores, cada uno a su manera…

Nosotros creemos en un sistema en que la autonomía del individuo sea integrada en la interdependencia social y colectiva de manera equilibrada.

Un modelo en el que los sujetos toman las mejores decisiones para sí y para la comunidad de manera solidaria y consensuada. Sin forzar la voluntad de nadie, ni siquiera cuando existan tiempos en los que haya que hacer esfuerzos o sacrificios.

Porque la mayoría de las veces, hoy se nos da a elegir entre la iniciativa pública o privada, cuando ambas atentan contra el bien colectivo, dados los mecanismos de inoperatividad pública y competencia negativa privada.

Nosotros creemos que siempre es mejor una sociedad que sea libre de elegir en qué proyecto participar con su esfuerzo, invirtiendo tiempo en su estudio teórico o en su desarrollo laboral.

Creemos en que debemos garantizar los mínimos, pero por qué no los máximos, a ser posible, para que la vida se desarrolle plenamente, en un mundo en que todos los recursos son renovables y virtualmente inagotables, incluso hoy, que es más pobre que nunca.

Creemos en garantizar la supervivencia, entendida como la forma de vida más elevada que pueda existir, y no como una forma de sostener en la suficiencia en mínimos la existencia.

Creemos en diversificar y complejizar la vida, predisponer las mejores condiciones en todo, la máxima riqueza, la mayor biodiversidad, y que el libre albedrío, la divina providencia o la mano invisible hagan que cada forma de vida desarrolle su papel de la forma más óptima para sí misma y para la voluntad general simultáneamente, sin tener que controlar neuróticamente cada detalle y educando constantemente para que alcancemos todos nuestros legítimos objetivos.

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