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Estados Unidos expresa profunda preocupación por la introducción por parte de las autoridades de Hong Kong de legislación de seguridad nacional en virtud del artículo 23 de la Ley Fundamental. Esta ley tendrá amplias implicaciones para el pueblo de Hong Kong, así como para los ciudadanos y empresas estadounidenses que operan allí, y amenaza con socavar aún más los derechos y libertades del pueblo de Hong Kong. Contiene disposiciones vagamente definidas sobre “sedición”, “secretos de estado” e interacciones con entidades extranjeras que podrían usarse para frenar la disidencia.
Compartimos las preocupaciones de otros países de que las autoridades de Hong Kong puedan intentar aplicar la nueva legislación extraterritorialmente en su actual campaña de represión transnacional, y condenamos los esfuerzos para intimidar, acosar y acosar y limitar la libertad de expresión de los ciudadanos y residentes estadounidenses. La implementación de la nueva ley y sus disposiciones opacas podría violar aún más la obligación internacional de la República Popular China de mantener el alto grado de autonomía de Hong Kong, socavar el marco de “Un país, dos sistemas” y dañar la reputación de la ciudad como centro de negocios internacional.
Nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de defender los derechos humanos y los valores democráticos en todo el mundo y seguimos apoyando a nuestros socios internacionales y al pueblo de Hong Kong.
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