
La Noche de los Tiempos: Érase una vez una sociedad global, en que el confinamiento social se volvía cada vez más asfixiante. Bajo la personalización y el cierre del Universo de la percepción, el discurso, la acción, el pensamiento y la emoción. Que diseñaban de forma automática los algoritmos, que adoctrinaban en cada anuncio, cada sugerencia, cada noticia, cada resultado en las búsquedas, cada mensaje y cada palabra que escribías o que escuchaba el micrófono de cada teléfono inteligente…
La Sociedad de Control Infornacionalizada, diseñaba vastos sociogramas, integrados con cada uno de los perfiles psicológicos individuales. Terriblemente exhaustivos, con decenas de miles de variables, para predecir y modificar desde el pensamiento consciente en la cesta de la compra, las vacaciones o las actividades en el tiempo de ocio. Hasta lo más íntimo de tus sueños y subconsciente, basándose en las señales magnéticas neuronales que emiten los cerebros. Mediante tecnología incorporada en los dispositivos móviles inteligentes, que emiten y reciben impulsos electromagnéticos.
El planeta entero era administrado por un colosal sistema de computación y procesamiento de toda la información que se registraba en cada dispositivo digital, gestionando la vida de los individuos y los pueblos en una inmensa teoría de juegos social. Bajo la cual, cada sujeto quedaba registrado, analizado y condicionado exhaustivamente. Y para la que, todos los sujetos del mundo quedaban recluidos en ciertos roles de conducta, pensamiento y sentimiento hiperdefinidos con la tecnología de la información. En la que se abrían determinados escenarios balanceables en el cómputo de la administración social, en función de un X margen de acción acotado…
Los espectros de los roles que podían adoptar los individuos y las sociedades, podrían ser incluso contradictorios.
En la Noche de los Tiempos, se administraba el planeta bajo un Régimen Totalitario, que alimentaba tanto las tendencias autoritarias, como aquellas libertarias que podrían desestabilizarlo. Existiendo una ilusión de libertad aparente, que enmascaraba un condicionamiento casi absoluto de las proporciones en que se manifestaba cada tendencia social. Así como las conductas, las percepciones, los pensamientos y las emociones en que se adoctrinaba, tanto de forma masiva, como de forma sutil y personalizada.
La sociedad se debatía entre la sublimación represiva y la de sublimación represiva en cada elemento de la vida pública (sexo, migración, ideología… Etc).
El clima social estaba recluido contra la espada del Leviatán de la Mentira, que distanciaba socialmente a los individuos y las Quimeras de la medida verdad. Para unir en el enfrentamiento radical a distintos partidos y destruir el equilibrio de la ilusoria paz social.
Las Entidades Abstractas de la Regresión habían triunfado, El Consumo Salvaje y Exterminista de la Vida, en su totalidad, Dominaba de forma Absolutista e indiscutible, de una forma tan agresiva e insultantemente evidente, que la mayoría de las personas asumían, sin la más mínima reflexión ni discusión, su necesaria existencia; los inexorables acontecimientos de los atentados sistemáticos, fríos, calculados, industrializados, programados, viciosos y perversos, contra el ser humano; y la totalidad de la naturaleza, como si fuera el Dogma incuestionable de la Religión Sectaria del progreso de la Civilización del Ser Humano.
No obstante, en la noche de los tiempos, la llama de la vida seguía manteniéndose encendida, esperando.
Pero el Espíritu de Osiris derrotado seguía presente, y seguían presentes sosteniendo el equilibrio, los pilares de la existencia y de los verdaderos Dioses de la Viva Belleza, la Viva Verdad, la Viva Bondad, el Vivo Amor o la Viva Justicia Universales. A los cuales, continuaban rezando con tanta piedad los Creyentes Oscurecidos, que entregaban su cuerpo y espíritu a la causa de la eternidad. Mientras eran ridiculizados, censurados, perseguidos, violentados y ejecutados a lo largo y ancho del mundo; manifestándose caprichosamente por imperativo vital, sin partidos, sin ley, sin estructura ni ideología definida.
Su lucha, era la encarnación del espíritu Santo Universal, por el cual el Reino de los Cielos retornaría a la Tierra una vez más. Reflejando el Orden Cósmico de la Piedad en Gigantescos Templos Sangrados Indestructibles en el Mundo entero. Trayendo el Desarrollo Pleno y la Progresión, tras el ciclo del Dolor y la Regresión Plena, que acontecen sucesivamente a lo largo de las Eras. Por la ley y el principio natural de Conocerlo Todo y abarcar la Infinidad.
Texto de 119Misarkia