Se conoce como franquicia al modelo de negocio que se basa en la colaboración por medio de un pago llamado canon o royalty. Un modelo de negocio que se ha llevado a cabo desde la Edad Media, y que se entendía como una concesión de derechos por el traslado de productos.
En la actualidad es un modelo muy eficaz. Tanto que, en 2019, las franquicias facturaron un total de 26.154,3 millones de euros solo en España. Con 77.819 locales funcionando y 294.231 empleos generados según el informe 2020 de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF).
Las franquicias ganaron fuerza en Estados Unidos cerca del siglo XIX, y se expandieron por todo el mundo a pesar de las grandes catástrofes mundiales que se han sucediendo. Empresas como General Motors, Ford, Coca-Cola, McDonald’s etc. diseñaron el modelo de franquicias que hoy conocemos.
Este sistema llegó tarde a España. Pero, en poco tiempo, se ha convertido en uno de los motores que mejor funcionan dentro de la economía nacional. Actualmente, el sector que mayor facturación obtiene en España es el de “Alimentación”, con un total de 8.300,1 millones de euros. Además de ser el único sector que suma un mayor número de establecimientos abiertos con un total de 12.691. Después, le siguen “Hostelería/Restaurantes/Hoteles”, que facturó 2.496,4 millones de euros y “Hostelería/FastFood”, que facturó 2.257,8 millones a finales del año 2019.
Hoy en día, la franquicia española destaca en todo el mundo. La crisis de la enfermedad Covid-19 ha provocado un gran impacto en la economía, afectando también a las franquicias. Pero si algo sabemos de las franquicias es que es uno de los modelos de negocio que mejor resiste a las crisis económicas.
¿Cómo fuciona una franquicia?
La franquicia es una forma de negocio basada en la colaboración. En ella, una persona, llamado franquiciado, crea su propio negocio. Todo bajo el concepto de un nombre o marca comercial de un negocio existente que está bien posicionado en el mercado. A cambio del pago de una cuota al franquiciador, la persona que cede el derecho de uso y explotación comercial de una marca y de un sistema comercial.
Por lo tanto, tenemos dos figuras principales: el franquiciador y el franquiciado. El franquiciador transmite toda la gama de conocimientos y experiencias con métodos comerciales y administrativos. Estos conocimientos se conocen como su ‘know how’ que significa “saber hacer”, ya consolidado y replicable a las unidades franquiciadas.
Por otra parte, el franquiciado consigue abrir un negocio con una marca muy potente y multinacional, con productos que van a ser un reclamo para los clientes. Pero, como antes hemos hablado, tiene que pagar una cuota, dicha cuota consta de dos pagos principalmente. Un pago inicial y otro periódico.
Las Franquicias: Canon y Royalty.
La inversión inicial se conoce como canon de entrada. Esa inversión suele incluir gastos derivados de la adecuación del local en el caso de las franquicias que requieran de él. Yasta la compra de maquinaria, mobiliario, decoración, asesoramiento, cartelería, formación y trasmisión de la imagen o know how de la marca.
No se debe confundir dicho pago con el canon de publicidad. Que se realiza para permitir al franquiciado optimizar esfuerzos y recursos publicitarios y beneficiar la imagen de la marca de la franquicia que, al final, también lo es de su negocio.
Aparte de esa inversión inicial, viene el importe que el franquiciado ha de pagar periódicamente a la franquicia por los servicios que le presta. En el sector de las franquicias, se conoce como el royalty. Con dicho pago periódico, el franquiciado puede contar con el respaldo de una central que trabaja para mejorar el negocio. Es el franquiciador quien asume los gastos de marketing, I+D+i, coordinación de la red de negocios, logística, formación continua, atención y resolución a las consultas o dudas operativas que el franquiciado pueda tener.
Una vez que se haya pagado el canon de entrada, los royalties para mantener la franquicia, el canon de publicidad para optimizar los esfuerzos publicitarios; llega la hora de poner el negocio a funcionar, para ello, necesita comprar los productos madre. El franquiciado puede comprar al franquiciador a cambio de un pago o puede conseguir por su cuenta. Siempre y cuando coincidan con los productos de la marca. Ya que la franquicia no va de innovar, sino de aplicar el modelo que ya ha funcionado.
La fórmula de la franquicia brinda seguridad y garantía, disminuyendo el riesgo inherente a toda inversión económica si se quiere tener un negocio propio. Y es que, este exitoso sistema de comercialización, permite operar bajo un sistema en una evolución constante que se puede apreciar en sus datos de facturación. Y en sus nuevos establecimientos que dan beneficios tanto al franquiciado y franquiciador como al país porque generan mucho empleo.
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