domingo, marzo 23

Experimentaciones culinarias: ¿Quinoa o Espelta?

Con los meses del confinamiento obligado por la pandemia del coronavirus, los ciudadanos españoles se han visto obligados a tener que soportar cientos de programas televisivos dedicados a divulgar aspectos diversos de la comida, la alimentación y la gastronomía…

¡Cualquiera diría que España se está convirtiendo en un laboratorio de experimentaciones culinarias a todo pasto!

Quien más,  quien menos, se atreve con desfachatez a emular a los cocinillas que pueblan las pantallas y aspirar a participar en cualquiera de los concursos por la mejor paella, tortilla o gazpacho, de las millones  que se elaboran en el país.

Y eso nos lleva a considerar la actitud “snob” de muchos de los participantes en esos concursos. Esos que se desviven por mostrar sus conocimientos en especialidades a la moda, utilizando materiales exóticos y pintorescos.

¿Dónde va  a  parar hacer un arroz/”rissotto” frente a un arroz largo o bomba con gambas?

Otros sustituyen este cereal probando con la espelta o la quinoa. Gramíneas importadas que deslumbran por su aire extranjerizante y que prestigian a sus utilizadores como innovadores.

Para lo que sirvan esos productos foráneos, importa menos que poder presumir de enterados y vividores del momento de la fama.

Contemplando la situación en el contexto general del país, se aprecia que la difícil convivencia política y social, se atempera aparentemente en su expansión gastronómica como si fuésemos una potencia mundial.

¿Quinoa o Espelta?

Aquí cualquiera se monta un chiringuito de especialidades singulares y algo misteriosas, con las que darse pábulo y superar a los vecinos.

El vicio nacional de la envidia se mantiene vigente, por la soberbia y el endiosamiento de los magos de la comida rara y espectacular, que dejan anonadados a sus paisanos.

Además, mientras discutimos sobre las propiedades de esos productos culinarios y sobre la actualidad deportivo-futbolera, nos desentendemos de los problemas insolubles de la política nacional. Esos problemas se los dejamos a los profesionales, para que diluciden sobre las ventajas e inconvenientes del sistema monárquico o republicano. O quién paga o no los impuestos necesarios para sostener la economía nacional.

¡En España todo el mundo come muy bien y es lo que más les gusta a los turistas que nos visitan, que todo les sabe muy rico, qué carajo!

Luis-Lorenzo, ciudadano cocinillas, experto en arroces exóticos.

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