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Estados Unidos condena enérgicamente la violenta represión de las fuerzas de seguridad contra manifestantes pacíficos el 17 de noviembre, que dejó al menos 15 muertos y decenas de heridos. Expresamos nuestro más sentido pésame a las familias de quienes perdieron la vida. Esto sigue a varios otros casos de violencia contra manifestantes pacíficos desde que los militares tomaron el poder el 25 de octubre. Pedimos a los responsables de abusos contra los derechos humanos, incluido el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos, que rindan cuentas.
Anticipándonos a las próximas protestas, pedimos a las autoridades sudanesas que actúen con moderación y permitan las protestas pacíficas. El pueblo sudanés tiene derecho a reunirse pacíficamente y debe ser libre de expresar sus opiniones sin temor a violencia, represalias o recriminaciones.
Estamos junto al pueblo sudanés en su intento de volver a encarrilar la transición democrática del país. Pedimos una vez más la restauración inmediata de la transición civil a la democracia en Sudán, incluido el regreso al poder del Primer Ministro Hamdok y la liberación de los detenidos desde el 25 de octubre.
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