sábado, marzo 22

El Arco de Moncloa: ¿Victoria, Memoria o Concordia?

El monumento que siempre conocimos como “El Arco de la Victoria“, en Moncloa, vuelve al centro del debate político y social en Madrid. Construido para conmemorar la victoria franquista en la Guerra Civil, este controvertido monumento enfrenta una nueva polémica después de la propuesta de cambio de nombre de la Avenida de la Memoria, a Avenida de la Concordia, una decisión del Ayuntamiento que ha suscitado críticas de la oposición.

El Arco de la Victoria, en Moncloa, es uno de esos monumentos que todo el mundo conoce pero pocos sienten como propio. Este monumento es un testigo mudo de las profundas heridas y tensiones que atraviesan la historia reciente de España. La imponente obra que Franco ordenó levantar después de vencer a las fuerzas de la Segunda República en Ciudad Universitaria. sigue siendo objeto de controversia y divisiones, reflejando la dificultad de España para reconciliarse con su pasado.

Para los madrileños El Arco de la Victoria sigue siendo un tema polémico que divide ciudadanos.

El arco es parte del paisaje madrileño y tiene un valor histórico y arquitectónico que merece conservarse, para algunos. Para otros, es un recordatorio incómodo de un capítulo oscuro de nuestra historia que no debería glorificarse. Ambas posturas tienen algo de razón, y por eso no es un tema fácil.

En 2017, el Gobierno de Manuela Carmena propuso cambiar el nombre del Arco de la Victoria y la Avenida de la Victoria por el Arco de la Memoria y la Avenida de la Victoria. Con el fin de eliminar referencias que hagan exaltación del franquismo.

Recientemente, el Ayuntamiento de Madrid (con e apoyo de PP y VOX) ha reabierto el debate en torno al monumento con la decisión de renombrar la Avenida de la Memoria como Avenida de la Concordia. Con el respectivo cambio de nombre del Arco de triunfo. Este cambio ha sido recibido con críticas de sectores de la oposición, como Más Madrid y el PSOE, que lo ven como un intento de diluir el recuerdo de las víctimas del franquismo.

Mientras tanto, se llevan a cabo obras de restauración en el monumento y un convenio garantizará su mantenimiento durante los próximos 25 años, reabriendo el debate sobre su significado en la España actual.

Propuestas de nombre: Arco de la Memoria y la Reconciliación.

Quizá lo que hace falta es un paso más allá: repensar su significado. ¿Por qué no cambiar oficialmente su nombre y rebautizarlo como “Arco de la Memoria y la Reconciliación”? De esta forma, no se trata de borrar el pasado, sino de darle un nuevo sentido que mire al futuro. Este enfoque permitiría reconocer el contexto en el que fue construido, pero también abriría la puerta a un mensaje más inclusivo, que una en lugar de dividir.

El debate sobre qué hacer con el arco no es solo una cuestión de arquitectura o de política, sino de cómo queremos recordar nuestra historia como sociedad. Madrid tiene la oportunidad de convertir este lugar en un símbolo de reflexión y aprendizaje. Así, en lugar de seguir siendo un tema que genera enfrentamientos, podría ser un espacio que nos ayude a mirar al pasado sin perder de vista hacia dónde queremos ir como país.

No se trata de olvidar ni de imponer una visión, sino de encontrar un punto en común que represente a todos. Al final, el Arco de Moncloa no es solo un monumento: es una oportunidad para demostrar que podemos reconciliarnos con nuestra historia y construir un futuro más unido.

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