El banco suizo Credit Suisse ha recibido apoyo de liquidez del banco central suizo, pero a pesar de ello, su valor en bolsa ya ha caído un 10%. Este nuevo bache en la estabilidad financiera del país se produce quince años después del rescate de su rival UBS. Sin embargo, las crisis que ambos bancos han enfrentado son diferentes: mientras que en 2008 UBS tuvo que hacer frente a la quiebra de sus activos, en el caso de Credit Suisse la crisis de confianza se debe a una mala gestión de sus activos, que ha llevado al banco a una situación crítica. El banco se encuentra en pleno proceso de reestructuración, con una nueva estrategia que apuesta por centrarse en su unidad de gestión patrimonial.

Crisis de Credit Suisse provoca dudas sobre estabilidad financiera de Suiza

La intervención del banco central suizo no tendrá costes para los contribuyentes, pero sí se ha reavivado el debate sobre si Suiza puede permitirse respaldar a sus gigantes financieros. La intervención ha afectado también a la reputación internacional del país, que antes de la crisis financiera atraía a clientes de banca privada gracias a su secretismo bancario. Desde entonces, la percepción de su solidez financiera se ha convertido en su principal atractivo, y en 2021 los clientes habían depositado 2,4 billones de dólares en bancos suizos.

La situación de Credit Suisse ha sido empeorada por la declaración de su mayor accionista, el banco saudí Samba Financial Group, que ha negado que vaya a inyectar más fondos en el banco suizo. Las acciones de Credit Suisse han llegado a caer un 31% tras esta declaración, aunque han logrado recuperarse parte de ese valor. La crisis del banco suizo también ha arrastrado a otros bancos europeos, que han visto cómo sus valores en bolsa caían debido al temor de los inversores al riesgo.